Ya que estamos en época de películas de terror, traeré lo más cercano que he visto en temática LGBTQ+, sé que hay otras, pero lo cierto es que el género de terror no es lo mío, lo siento. Y por lo que hablé con mi socio, Jesús, él tampoco... Así que no podemos recomendar mucho.
Sin embargo, siguiendo la carrera de Matthew Montgomery (Long Term Relationship) y Derek Long (3-Day Weekend) alguna vez me encontré con esta historia un tanto bizarra (o muy bizarra) donde un médico gracias a un accidente es alcanzado por un rayo. Cuando se recupera, es contactado por otro médico que ha tenido una experiencia similar y lo invita a unirse a un grupo de personas que han tenido la misma experiencia. Y donde todos han quedado con la misma sed de energía...
Si el argumento les resulta loco, esperen a verla, jajajajaja. Socket termina siendo una película casi de culto o algo así, es tooooda una experiencia.
La película fue escrita y dirigida por Sean Abley, un director al que le gusta al género de terror, pero que en la vida real es un oso por demás de amable.
Logan ha perdido a su esposa y necesita salir de la realidad e irrealidad que lo rodea. Para avanzar decide vender la casa que compartían. Cuando Gill entra a ver la propiedad en venta, se encuentra con Logan y lo confunde con un agente inmobiliario. Éste le sigue la corriente y le muestra él mismo todas las comodidades. Como Gil se siente totalmente a gusto con el lugar, sin dudar le pide que le haga una buena oferta. Logan no le revela su identidad de actual propietario y decide inmediatamente aceptar la transacción. Pronto volverán a cruzarse una y otra vez, creando un lazo impensado para ninguno de los dos. Hay una atracción romántica y física que deciden explorar y ver a dónde los conduce. Esta película es una historia que va más allá de lo evidente. Poco a poco vamos encontrando pistas que nos inducen a entender qué es lo que está pasando realmente. También nos hace preguntar cuáles son de verdad nuestros límites, cuánto nos conocemos a nosotros mismos y hasta dónde somos capaces
Cuando hace muchos años vi por primera vez Brokeback Mountain hubo una característica que siempre me llamó la atención. Era una historia cargada de silencios, pero muchos de ellos eran "hablados" a través de la música de su exquisita banda sonora. Luego de tanto tiempo, escuchar el primer acorde de la guitarra de Santaolalla hace que se me haga un nudo en la garganta. De hecho no he vuelto a poder verla desde hace años. Duele. Aún. Gracias a BBM encontré amigos en varios países, muchos los mantengo aún. Varios de ellos vieron Tierra de Dios y me escribieron diciendo "debés verla" "no podés perdértela" "tiene mucho de BBM"... Así que me hice de una copia y... nunca la vi. Pasaron más de tres años hasta que tomé coraje y hace un par de semanas, aprovechando un rato de tranquilidad, la vi. Y me enamoré. La historia es muy sencilla, Johnny es un joven hombre que ha quedado a cargo de la granja familiar, se dedican a la cría de ovejas y otros animal
Amo leer, amo escribir y amo las historias románticas... y si son LGBTQ+, las amo todavía más. Así que, para hacer un poco de cada cosa que tanto amo, me decidí a escribir un blog que aúne todo. No es mi primer rodeo, ya tengo un grupo de Facebook y comencé a hablar sobre el tema en un foro al que pertenezco... pero, en ninguno de esos espacios puedo tener otra de las cosas que amo: orden. No, no es que sea una freaky del control total, nop. Sólo hay cosas que tienen que estar ordenadas y ubicables, por ejemplo los archivos de mis películas y libros. Así que con etiquetas y si encuentro cómo, también algún índice, pienso ordenar lo que publico. No pondré enlaces, porque es bueno tener que buscar y encontrar en la red de redes. Y si se tiene la posibilidad de apoyar a autores y creadores, hay que hacerlo, accediendo oficialmente a sus obras. Así que por mi parte les contaré lo que vi, leí y sentí... Ustedes luego pueden buscar, que si yo lo encontré, ustedes también. Y sí, la idea
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