And Then We Danced (Sólo nos queda bailar) 2019

Hola mi Comunidad Arcoíris!

Me llamo Alex, y esta es mi primera entrada en el blog, por lo que me siento muy afortunada de poderles presentar una de mis películas favoritas LGBT+, "And Then We Danced"

Permítanme ponerles en contexto:

Mayo de 2013. Tbilisi, Georgia. Decenas de activistas homosexuales que marchaban orgullosos contra la homofobia fueron golpeados violentamente por 20 000 manifestantes, encabezados por sacerdotes de la Iglesia Ortodoxa, y la policía no hizo nada para evitar el incidente.

Esta deplorable tragedia tocó la fibra sensible de Levan Akin, cuyas raíces georgianas lo impulsaron a hacer And Then We Danced, una historia sensual sobre el enamoramiento en un lugar frenado por tradiciones austeras, y el acto más valiente que uno puede cometer en estas circunstancias: quedarse fiel a quien eres abriendo tu corazón
La historia se centra en Merab (Levan Gelbakhiani), que lleva bailando desde pequeño en el Ballet Nacional de Georgia con su pareja de baile Mary (Ana Javakishvili). Su mundo se vuelve patas arriba cuando aparece el carismático y despreocupado Irakli (Bachi Valishvili), que se convierte en su mayor rival y en su mayor deseo. En este entorno tan conservador, Merab se ve en la necesidad de liberarse y arriesgarlo todo.

Sólo nos queda bailar (And then we danced) es una película muy profunda que se aleja de romanticismos y hace una metamorfosis completa de sus personajes. Levan Gelbakhiani realiza su debut cinematográfico por todo lo alto y da una interpretación brillante. El actor sabe manejar con maestría la expresión no verbal y la coreografía en escena. Realiza una labor actoral impoluta, con una verdad y un desasosiego que culmina durante su secuencia final. Es arte en estado puro.

Esta es una magnífica carta de amor a la cultura georgiana, ya que la película no solo se centra en su danza tradicional, sino también en la gastronomía, la arquitectura y la vida de la ciudad del país. Es realmente triste descubrir que ni siquiera cuenta con el apoyo de su propio país porque la libertad de amar todavía la imponen los horrores de la convención. Sin embargo, a pesar de la angustia contextual que rodea su concepción, Akin moldea un hermoso recital de anhelo y aceptación, condenando a Georgia al celebrar con alegría el amor gay en lugar de castigar directamente a la nación.

Amé está película sobre todo por las escenas de baile como vehículo sensitivo y expresivo. Es una danza que comienza con sutileza y va en “crescendo” hasta que se convierte en una explosión de emociones y sentimientos, que quedará marcada en cada una de las personas que ha disfrutado de esta obra tan personal.

Y ahora el GIF ganador






Comentarios

Entradas populares de este blog

Back Soon (Vuelvo Pronto) 2007

God's Own Country (Tierra de Dios) 2017

Amor Arcoiris